¡Qué momento!, y ¿quién se lo pierde? Desde 2008 este blog está funcionando, con mucha audiencia al principio. Tuve que desaparecer cuando me convertí en persona incómoda. La supervivencia y la edad. He sobrevivido y tengo más edad. Es hora de volver.
miércoles, 3 de septiembre de 2014
Destroyer
Le llaman destroyer. Alguien ha dicho que es la grasa que engrasa las relaciones humanas, pero la realidad es que el envidioso ataca con una furia terrible, y como no tengas la autoestima en su sitio, es destroyer total. No se te ocurra destacar frente a un envidioso (o envidiosa), porque intentará destruir lo que tú tienes por el simple hecho de que ella (la persona envidiosa, digo), no lo tiene.
Por envidia se cometió el primer asesinato de la historia; estaba ya el mundo pa no venir. Pero mira por donde, estamos aquí, hemos venido y pretendemos quedarnos. Dan ganas de decir: “si quieres lo mío, te lo vas a currar”, pero es inútil porque el envidioso (o envidiosa) no tira por elevación, sino que destruye por parálisis. En el fondo encierra un enorme complejo de inferioridad porque la persona envidiosa al destruir a otro compensa sus carencias.
Si te encuentras en medio de una tóxica envidiosa, quítate de su camino, o quítale de tu camino. Distancia y mínima confianza (que no se entere de por dónde te mueves). No hay otra.
Y me tocó.
Me gusta el blog. ¡Que a gusto te quedas! Ea.
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